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El caso del presunto secuestro de Maritza Bravo de 25 años se tomó todos los canales de televisión y toda la pauta informativa de los medios nacionales.

Los antecedentes preliminares indicaban que una joven -que manejaba una motocicleta- había quedado en panne en una carretera en Curicó y que, en ese momento, fue abordada por un grupo de antisociales, quienes la habría drogado y secuestrado, para posteriormente dejarla en Mejillones, región de Antofagasta.

No obstante, poco a poco la tesis inicial fue arrojando incongruencias, tanto así -consignó El Centro [8]- que en su testimonio finalmente la muchacha reconoció que había inventado el rapto.

La publicación detalló que el pasado martes Maritza fue entrevistada por cerca de cuatro horas por personal de la PDI, y que el relato de la presunta víctima había presentado "contradicciones". Posteriormente la mujer confesó que su historia era un invento.  

PRIMERA INCONSISTENCIA: RETIRÓ DINERO EN SANTIAGO

El texto periodístico precisó que, considerando antecedentes recabados por la PDI, la tesis inicial comenzó a desmoronarse al día siguiente de su desaparición; dado que la joven fue posicionada a aproximadamente las 08.30 horas en un cajero automático retirando dinero en Santiago.

Por otra parte, la moto que supuestamente había quedado en panne, al ser revisada peritos policíacos, no presentaba fallas mecánicas.

El Centro indicó que en este contexto, y luego del extenso interrogatorio, finalmente Bravo habría confesado la falsedad de su relato. Aún no hay una versión oficial sobre este caso que tuvo repercusión mediática en todo el país.

Por último, el matutino señaló que -según "fuentes confiables"- la muchacha habría fabulado el rapto para, presuntamente, evadirse de problemas familiares, laborales y de pareja.